La motivación es un arma esencial para combatir el sedentarismo, pues, como cualquier actividad, si ejercitamos sin causa y nos resulta desagradable, será abandonada.
Encontrar un motivo es lo que nos permite ver las cosas con otros
ojos. Es decir, si logramos estar motivados para ejercitarnos a diario,
es probable que la actividad nos gratifique, nos de placer y ganas de
continuarla.
Gran parte de las personas que abandonan su entrenamiento es por aburrimiento o porque no encuentran el incentivo necesario, por eso, te daremos 10 consejos que te ayudará a mantener la motivación y no caer en el sedentarismo.
1. Realice un diagnóstico de sí mismo: consiste en evaluar
nuestros hábitos, nuestro cuerpo y su funcionamiento. Si nos vemos con
necesidad de mejorar nuestra aptitud física y modificar determinados
hábitos, tales como la inactividad física, daremos el primer paso para
no abandonar el entrenamiento.
2. Establezca objetivos reales: muchos son lo que se internan largas
horas en el gimnasio con el objetivo de perder 3 kilos de peso corporal
en un día. Pues no seamos irrealistas, ¡es imposible! y ante la
imposibilidad de lograr nuestros fines, nos desilusionamos y deseamos
alejarnos de la actividad. Sin embargo, con paciencia y constancia en el
entrenamiento se pueden lograr grandes cambios positivos, no sólo sobre
nuestro cuerpo, sino también, sobre el resto de nuestros hábitos y el
funcionamiento mental.
3. Conozca y capacítese: saber cuáles son los variados y múltiples beneficios que brinda la actividad física para la salud es un gran recurso para desear realizarla y no desaprovechar sus ventajas.
4. No al sobreentrenamiento: entrenar más de lo que nuestro
cuerpo resiste es un desmotivador potente, ya que lo único que logrará
es que el cuerpo se rinda antes de tiempo, sintiendo fatiga y cansancio
que no querrá volver a experimentar. Por lo tanto, nuestra rutina de ejercicios debe ser acorde a nuestra forma física y necesidad. No olvides consultar con un entrenador profesional.
5. Registre los progresos: una vez que comenzamos a encontrar
el sabor bueno al entrenamiento, es necesario ver nuestros avances y
mejorías, por ello, siempre es un gran alentador llevar un registro de
nuestros progresos. Por ejemplo: antes corría 2km y ahora 5km; antes
tenía un 30% de grasa y ahora 27%.
6. Diviértase en los entrenamientos: si usted
necesita un toque de humor para no aburrirse, pues deberá encontrarlo.
Elija la actividad que más placer le genere y el ritmo que más le motive
a seguir realizándolo. Cada actividad produce un efecto diferente según
los gustos y preferencias del individuo, por eso, sólo debes probar y
luego seleccionar.
7. Aplique variedad: no es necesario que siempre realices la
misma actividad, ya que la rutina suele cansarnos y termina por
aburrirnos. Lo aconsejable es que escojas tu actividad preferida, pero
alternes ésta con otras clases de gimnasios, deportes o actividades
diferentes. Así, no sólo trabajarás de forma distinta y obtendrás
diferentes resultados, sino que la innovación te mantendrá motivada.
8. Dispositivos de ayuda: el podómetro u otros dispositivos
que asistan tu práctica deportiva pueden producir un efecto psicológico
muy estimulante y motivador. Es decir, si vemos la cantidad de pasos
caminados y las calorías quemadas, estaremos más que satisfechos con lo
realizado y con ganas de autosuperarnos al día siguiente.
9. Socialice en su ejercitación: somos muchos los que
gustamos de realizar actividad física en compañía y la realidad es que
ejercitarse junto a otras personas es un gran recurso para combatir el
aburrimiento y además, no perder la posibilidad de cosechar amistades y
solidificarlas.
10. Visualiza tu meta lograda: experimentar por adelantado
las emociones y sentimientos del momento en que logremos el objetivo
propuesto, será un gran motivador para ayudar a alcanzarlos. Los
objetivos pueden variar de una persona a otra, pero todos tienen igual
de importancia para continuar entrenando sin caer en el sedentarismo y
perjudicar nuestra salud.
Por supuesto, todos nosotros podemos tener motivos diferentes que
nos incentivan a ejercitarnos con regularidad, pero saber cuáles son
aquellos aspectos que pueden mantener dicha motivación, ayudará a
potenciar los resultados positivos que provee el ejercicio físico.
Fuente: Vitonica.com
http://www.vitonica.com/aerobic/diez-consejos-para-mantener-la-motivacion-y-no-abandonar-el-entrenamiento
EXERCISE: Tu mejor medicina
Blog del PLE (Máster en Formación del Profesorado UMH). Educación Física: Bloque de Condición Física y Salud.
lunes, 5 de enero de 2015
Actividad física y obesidad
La obesidad es una enfermedad caracterizada por un
aumento excesivo de la grasa corporal.
Se considera una enfermedad crónica entre cuyas causas se incluyen: factores genéticos, enfermedades endocrinológicas, estilo de vida, dieta, etc.
La herencia es un factor importante y se ha visto que los hijos de padres obesos tienen un riesgo diez veces superior a sufrir la enfermedad. En la sociedad occidental se han descrito la gran influencia del estilo de vida, así como la dieta inadecuada (exceso consumo de calorías) y el sedentarismo (falta de actividad física) como los principales factores implicados en la aparición de obesidad.
El grado de obesidad se puede medir de diferentes formas. Una de ellas, la más utilizada, es la determinación del índice de masa corporal (IMC). Este valor se calcula dividiendo el peso corporal (en kilogramos) por el cuadrado de la altura (en metros). Se consideran valores normales entre 18'5 y 24'9; sobrepeso: entre 25 y 29'9; obesidad: entre 30 y 39'9 y más de 40 es sinónimo de obesidad mórbida.
A la hora de interpretar este índice se han de considerar factores como la raza, la masa muscular y la edad ya que pueden interferir en el resultado. Así, este índice al no diferenciar entre tejido adiposo y tejido magro, una persona muy musculada y con poca grasa probablemente dará un resultado erróneo de obesidad.
Se considera una enfermedad crónica entre cuyas causas se incluyen: factores genéticos, enfermedades endocrinológicas, estilo de vida, dieta, etc.
La herencia es un factor importante y se ha visto que los hijos de padres obesos tienen un riesgo diez veces superior a sufrir la enfermedad. En la sociedad occidental se han descrito la gran influencia del estilo de vida, así como la dieta inadecuada (exceso consumo de calorías) y el sedentarismo (falta de actividad física) como los principales factores implicados en la aparición de obesidad.
El grado de obesidad se puede medir de diferentes formas. Una de ellas, la más utilizada, es la determinación del índice de masa corporal (IMC). Este valor se calcula dividiendo el peso corporal (en kilogramos) por el cuadrado de la altura (en metros). Se consideran valores normales entre 18'5 y 24'9; sobrepeso: entre 25 y 29'9; obesidad: entre 30 y 39'9 y más de 40 es sinónimo de obesidad mórbida.
A la hora de interpretar este índice se han de considerar factores como la raza, la masa muscular y la edad ya que pueden interferir en el resultado. Así, este índice al no diferenciar entre tejido adiposo y tejido magro, una persona muy musculada y con poca grasa probablemente dará un resultado erróneo de obesidad.
Otras formas de medir la obesidad se llevan a cabo
mediante la medición de la circunferencia de cintura
absoluta (>102 cm en hombres y >88 cm en mujeres
indica obesidad) y el índice cintura-cadera (>1 en
hombres y >0'8 en mujeres es sugestiva de obesidad).
La medición de la circunferencia de la cintura debe hacerse a la altura de la última costilla flotante y la de la circunferencia de cadera debe coincidir con el perímetro máximo de la cadera en los glúteos. Estos dos indicadores se usan para medir lo que se denomina obesidad central cuyos valores elevados están relacionados con distintas enfermedades cardiovasculares (tensión arterial, diabetes, enfermedades coronarias, etc).
La medición de la circunferencia de la cintura debe hacerse a la altura de la última costilla flotante y la de la circunferencia de cadera debe coincidir con el perímetro máximo de la cadera en los glúteos. Estos dos indicadores se usan para medir lo que se denomina obesidad central cuyos valores elevados están relacionados con distintas enfermedades cardiovasculares (tensión arterial, diabetes, enfermedades coronarias, etc).
Es importante conocer que la obesidad se considera un
factor de riesgo de distintas enfermedades:
- Cardiovasculares: Insuficiencia cardíaca congestiva, aumento de tamaño del corazón, varices, etc.
- Respiratorias: Apnea obstructiva del sueño, enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
- Endocrinas: Diabetes.
- Músculo-esqueléticas: Disminución de la movilidad, artrosis, dolores dorsales y lumbares, síndrome del túnel carpiano.
- Gastrointestinales: Hígado graso, litiasis biliar, reflujo gastroesofágico, cáncer colorrectal.
- Neurológicas: Accidente vascular cerebral (embolias).
- Renales: Insuficiencia renal crónica.
- Ginecológicas: Síndrome del ovario poliquístico, cáncer de mama, cáncer de útero, problemas de fertilidad.
- Aparato génito-urinario: Hipogonadismo (en hombres), incontinencia urinaria.
Los pilares básicos en el tratamiento de la obesidad son
la dieta y el ejercicio físico.
Las recomendaciones dietéticas incluyen principalmente reducir la ingesta de calorías (especialmente aquéllas que proceden de las grasas) y sustituir el consumo de grasas saturadas por el de grasas insaturadas. Otros hábitos recomendables a seguir son el aumento en el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos (estos dos últimos, con moderación).
Es recomendable ponerse en manos de un profesional que pueda realizar un asesoramiento sobre la dieta, realice controles periódicos tanto para cuantificar la pérdida de peso como para supervisar el cumplimiento de la dieta y detecte cualquier dificultad o complicación que pueda derivarse del proceso.
En cuanto al ejercicio, el indicado para la pérdida de peso es el de tipo aeróbico. Los ejercicios aeróbicos más comunes son caminar, correr, nadar e ir en bicicleta. La frecuencia recomendada para practicarlos es de tantos días como sea posible y la duración debe ser superior a los 20 minutos con una intensidad moderada.
Las recomendaciones dietéticas incluyen principalmente reducir la ingesta de calorías (especialmente aquéllas que proceden de las grasas) y sustituir el consumo de grasas saturadas por el de grasas insaturadas. Otros hábitos recomendables a seguir son el aumento en el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos (estos dos últimos, con moderación).
Es recomendable ponerse en manos de un profesional que pueda realizar un asesoramiento sobre la dieta, realice controles periódicos tanto para cuantificar la pérdida de peso como para supervisar el cumplimiento de la dieta y detecte cualquier dificultad o complicación que pueda derivarse del proceso.
En cuanto al ejercicio, el indicado para la pérdida de peso es el de tipo aeróbico. Los ejercicios aeróbicos más comunes son caminar, correr, nadar e ir en bicicleta. La frecuencia recomendada para practicarlos es de tantos días como sea posible y la duración debe ser superior a los 20 minutos con una intensidad moderada.
La monitorización de la intensidad del ejercicio puede
hacerse con la medición de la frecuencia cardíaca máxima
(FCM). La FCM se define como el número máximo de
pulsaciones que puede alcanzar un corazón sano con
seguridad. Se determina de la siguiente forma:
Se considera ejercicio aeróbico moderado al realizado entre el 60% y el 70% de la FCM. En el ejemplo anterior, la frecuencia cardíaca en un ejercicio moderado se situaría entre los 108 y los 126 latidos por minuto. Si no es posible cuantificar la frecuencia cardíaca durante el ejercicio, se considera suficiente que la intensidad del ejercicio permita mantener una conversación sin jadear.
Si bien el ejercicio aeróbico es básico para perder peso, no hay que olvidar los ejercicios de musculación ya que el aumento de masa muscular se traduce en un aumento del metabolismo y en un mayor consumo de energía. Se recomienda hacer ejercicios de musculación un mínimo de tres días a la semana.
- FCM para hombres: 220- Edad
- FCM para mujeres: 210- Edad
Se considera ejercicio aeróbico moderado al realizado entre el 60% y el 70% de la FCM. En el ejemplo anterior, la frecuencia cardíaca en un ejercicio moderado se situaría entre los 108 y los 126 latidos por minuto. Si no es posible cuantificar la frecuencia cardíaca durante el ejercicio, se considera suficiente que la intensidad del ejercicio permita mantener una conversación sin jadear.
Si bien el ejercicio aeróbico es básico para perder peso, no hay que olvidar los ejercicios de musculación ya que el aumento de masa muscular se traduce en un aumento del metabolismo y en un mayor consumo de energía. Se recomienda hacer ejercicios de musculación un mínimo de tres días a la semana.
Por último
Es importante hacer ejercicios de flexibilidad. Como ya se ha comentado, la obesidad va asociada a una disminución de la movilidad y los ejercicios de estiramiento ayudan a compensar este problema. Se recomienda hacer estiramientos al inicio y al final de cada sesión de ejercicio, sea de tipo aeróbico como de entrenamiento de fuerza.Especialista en Medicina de la Educación Física y del Deporte
Médico Consultor de Advance Medical
Fuente Mapfre.es
http://www.mapfre.es/salud/es/cinformativo/deporte-obesidad.shtml
¡Arriba la actividad física!
El Plan Integral para la Actividad Física y el Deporte
del Consejo Superior de Deportes, consignado en el documento “Plan
Integral A+D”, resume la importancia de decir adiós a la pereza para
mantener la salud mental:
El médico Pedro Manonelles Marqueta, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte, comparte tres definiciones importantes:
Fuente: efesalud.com
http://www.efesalud.com/noticias/dieta-mediterranea-y-actividad-fisica-primordiales-para-la-salud-mental/
“El ejercicio mejora la salud mental, actuando sobre la ansiedad, el insomnio y los trastornos del ánimo. La autodisciplina que impone la práctica regular de ejercicio puede llevar al sujeto a experimentar una mayor sensación de control sobre su vida”.Alejandro Lucía Mulas, catedrático de Fisiología del Ejercicio e investigador de la Universidad Europea en Madrid, precisa que aunque el ejercicio es crucial para la salud, el primer paso para reducir el sedentarismo es la actividad física, que se trata de incorporar el movimiento a nuestra vida cotidiana.
El médico Pedro Manonelles Marqueta, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte, comparte tres definiciones importantes:
- Deporte: “es una actividad física realizada regularmente, bajo un programa denominado entrenamiento, que se rige por unas normas establecidas por el propio deporte y que tiene por objeto la competición”.
- Ejercicio: “es un término más específico que implica la realización de actividad física de forma más concreta: ejercicio aeróbico (ejercicios de resistencia o de fondo), ejercicio de fuerza, ejercicio de flexibilidad, etc”.
- Actividad física: “es cualquier movimiento corporal asociado con la contracción muscular que incrementa el gasto de energía por encima de los niveles de reposo”.
“La actividad tiene beneficios epidemiológicamente demostrados en la mejora de síntomas de depresión y puede atenuar el declive cognitivo que ocurre con la edad”, afirma Lucía Mulas.Pedro Manonelles añade que el movimiento interviene también en la mejora del estrés y el control de la ansiedad.
“El ejercicio que se realiza de forma regular provoca la liberación de endorfinas, que a su vez provocan sensaciones placenteras con cierto carácter adictivo, lo que favorece que la persona mantenga la actividad”, apunta.Para el doctor Lucía Mulas, moverse también es un remedio para la fatiga: “la gente está cada vez más fatigada y deprimida, es un círculo vicioso y, curiosamente, fatigarse un poquito todos los días puede atenuar la fatiga crónica”, dice.
Las personas mayores o con alzhéimer deben moverse para mantener su independencia funcional y atenuar el deterioro cognitivo. En palabras del doctor Lucía Mulas: “el ejercicio potencia la fuerza, por lo cual estos pacientes son más capaces de valerse por sí mismos”.La lista de beneficios continúa, pero España no se mueve lo suficiente, como denuncia Pedro Manonelles, quien recomienda el ejercicio aeróbico de ligera-moderada intensidad y de larga duración.
Fuente: efesalud.com
http://www.efesalud.com/noticias/dieta-mediterranea-y-actividad-fisica-primordiales-para-la-salud-mental/
Noticia: El 13,5% de las muertes en España se podrían evitar con ejercicio físico
Avanza la obesidad porque, entre otras cosas, avanza el sedentarismo. De hecho, el 44% de los españoles no hace ninguna actividad física, lo que supone que en España hay 20 millones de personas que "no se mueven”. Lo asegura el estudio Actividad física y deporte: Un nuevo enfoque del bienestar. La necesidad de una estrategia ambiciosa para una sociedad activa y saludable.
La inactividad física lleva al sedentarismo que se traduce en obesidad o patologías coronariasEl coordinador del estudio y profesor del IESE José Ramón Pin, asegura que la inactividad física conlleva un problema "gravísimo de sedentarismo" que se traduce en el deterioro de la salud a través de enfermedades tales como obesidad, sobrepeso o patologías coronarias. Pin ha concretado que el 13,5% de las muertes que se producen en España podrían evitarse introduciendo el ejercicio físico, es decir, 53.600 muertes de las 410.000 que se produjeron en 2013 podrían haberse evitado.
El informe ha sido elaborado por un equipo académico del International Research Center on Organizations (IRCO) del IESE. Para Pin, resulta "preocupante" el elevado número de personas que no practican ningún tipo de ejercicio. En una comparativa con los países de nuestro entorno europeo, Alemania es el país que menor número de personas sedentarias registra (29%), seguido de Reino Unido (35%), Francia (42%), España (44%) e Italia (60%).
En cuanto al porcentaje de personas que hacen ejercicio con regularidad en España, el profesor Pin ha detallado que es un 15%, seguido de Reino Unido (10%), Francia (8%), Alemania (7%) e Italia (3%). "Hay muchos que tenemos como deporte el sillónball", afirma Pin, para después advertir de que la obesidad en la infancia proviene de ahí.
En relación con el número de horas lectivas de educación física, explica que los niños de Educación Primaria en España en el curso 2011-2012 tuvieron 53 horas de educación física al año, que se redujeron a 35 horas en Educación secundaria. "Cuanto mayores son nuestros niños, menor es el deporte que hacen en la escuela pública. En vez de progresar, regresamos", remacha.
Asimismo, ha manifestado que en la mayor parte de los países europeos (Alemania, Suecia, Holanda, Polonia, Finlancia, Irlanda, Austria y Dinamarca) existen estrategias nacionales de promoción de la actividad física, mientras que en España existe más de una estrategia nacional, abarcando distintos aspectos sectoriales, y estrategias regionales. "No hay una coordinación general entre ellas", apunta.
Fuente 20minutos.es
http://www.20minutos.es/noticia/2297077/0/ejercicio-fisico-deporte/riesgo-muerte/obesidad-sedentarismo/
La inactividad física lleva al sedentarismo que se traduce en obesidad o patologías coronariasEl coordinador del estudio y profesor del IESE José Ramón Pin, asegura que la inactividad física conlleva un problema "gravísimo de sedentarismo" que se traduce en el deterioro de la salud a través de enfermedades tales como obesidad, sobrepeso o patologías coronarias. Pin ha concretado que el 13,5% de las muertes que se producen en España podrían evitarse introduciendo el ejercicio físico, es decir, 53.600 muertes de las 410.000 que se produjeron en 2013 podrían haberse evitado.
El informe ha sido elaborado por un equipo académico del International Research Center on Organizations (IRCO) del IESE. Para Pin, resulta "preocupante" el elevado número de personas que no practican ningún tipo de ejercicio. En una comparativa con los países de nuestro entorno europeo, Alemania es el país que menor número de personas sedentarias registra (29%), seguido de Reino Unido (35%), Francia (42%), España (44%) e Italia (60%).
En cuanto al porcentaje de personas que hacen ejercicio con regularidad en España, el profesor Pin ha detallado que es un 15%, seguido de Reino Unido (10%), Francia (8%), Alemania (7%) e Italia (3%). "Hay muchos que tenemos como deporte el sillónball", afirma Pin, para después advertir de que la obesidad en la infancia proviene de ahí.
Cuanto mayores son nuestros niños, menor es el deporte que hacen en la escuela pública
Pin señala que el coste económico de la inactividad es "enorme" y que la baja productividad como consecuencia del sedentarismo le cuesta a España 2.500 millones de euros al año. "Si invertimos un euro en promoción deportiva, tenemos un ahorro aproximado de 50 euros en gasto sanitario acumulado durante 15 años", indica, al tiempo que afirma que el estudio estima que, "por cada euro per cápita invertido en esta materia, se incrementa en 0,20-2,80% el número de gente que realiza 3 horas o más de actividad física a la semana".En relación con el número de horas lectivas de educación física, explica que los niños de Educación Primaria en España en el curso 2011-2012 tuvieron 53 horas de educación física al año, que se redujeron a 35 horas en Educación secundaria. "Cuanto mayores son nuestros niños, menor es el deporte que hacen en la escuela pública. En vez de progresar, regresamos", remacha.
Asimismo, ha manifestado que en la mayor parte de los países europeos (Alemania, Suecia, Holanda, Polonia, Finlancia, Irlanda, Austria y Dinamarca) existen estrategias nacionales de promoción de la actividad física, mientras que en España existe más de una estrategia nacional, abarcando distintos aspectos sectoriales, y estrategias regionales. "No hay una coordinación general entre ellas", apunta.
Fuente 20minutos.es
http://www.20minutos.es/noticia/2297077/0/ejercicio-fisico-deporte/riesgo-muerte/obesidad-sedentarismo/
Por qué hacer ejercicio es bueno para tu cerebro
Si hace tiempo que no haces ejercicio, deberías pensar seriamente en ponerte a ello. Está demostrado que realizar actividad física de forma habitual no solo es bueno para tu salud corporal, también mental. La razón por la que nuestros músculos, huesos o corazón necesitan ejercitarse parece obvia pero, ¿y el cerebro? ¿Por qué hacer ejercicio físico nos ayuda a estar más sanos mentalmente? Ahí va una explicación.
Investigadores y científicos del Instituto de Neurociencia del Trinity College de Dublín, Irlanda, dentro de la iniciativa europea Hello Brain, han reunido en un genial vídeo algunas de las principales conclusiones científicas de por qué el ejercicio físico es beneficioso para el cerebro. Una de las razones clave es el oxígeno.
El cerebro de una persona adulta supone de media solo el 2% de su peso total. Sin embargo, consume hasta el 20% del oxígeno que respiramos. Cuando hacemos ejercicio físico, la sangre riega el cerebro de forma más intensa, llevando consigo más cantidad de oxígeno a las neuronas. Los científicos creen que el aumento en la cantidad de oxígeno que recibe el cerebro ayuda a estimular la creación de nuevas células del sistema nervioso central (SNC) (neuronas y células gliales), un proceso conocido como neurogénesis.
Incrementar el número de neuronas ayuda a generar lo que los investigadores llaman "reserva cerebral". Este incremento puede compensar en parte la pérdida de células nerviosas a medida que nos hacemos mayores, de forma que seguimos mentalmente más sanos que una persona con menor "reserva cerebral".
El ejercicio físico es bueno para el cerebro incluso una vez este está "dañado" por la edad. Un estudio lo demostró con un experimento: investigadores seleccionaron un grupo de mujeres de entre 70 y 80 años con una leve deficiencia cognitiva a las que pidieron realizar ejercicio físico durante 6 meses. Al final de ese periodo midieron la rapidez de procesado de su cerebro y comprobaron una clara mejoría respecto a las cifras anteriores.
En definitiva, si haces ejercicio ahora, no solo tu cuerpo te lo agradecerá en el futuro - también tu cerebro. Puedes ver debajo el vídeo de Hello Brain con la explicación, en colaboración con el espacio HeadSqueeze de la BBC.
Fuente: http://es.gizmodo.com
Tres problemas que evita el ejercicio físico
Hacer ejercicio físico es importante en nuestra vida diaria. Es una verdad "universal" que, aunque muchas veces no terminemos de creernos, está presente en nuestro día a día. Cada vez son menos las excusas que podemos poner de cara a la actividad física, ya que en base a las experiencias personales, tenemos la posibilidad de, en función de nuestro tiempo libre, decidir si es mejor hacerlo al aire libre o en el gimnasio. Pero no sólo eso; el ejercicio es necesario en todas las edades y cada vez son más los medios para practicarlo, independientemente de nuestra capacidad.
De esta manera, según un estudio realizado por la Universidad de Nebraska en 2012 y publicado recientemente por la revista "Neurology", quedó demostrado que se podía mejorar el equilibrio, la movilidad y la calidad de vida diaria de las personas con Parkinson, salvo en los casos en los que la patología esté ciertamente avanzada.
Un plan de entrenamiento realizado de una manera continuada, en el cual se ejerciten las piernas entre 40 y 60 minutos a lo largo de la semana, permite reducir las caídas en un 70%. Asimismo, otra consecuencia que se deriva de la práctica ininterrumpida de ejercicio, es una mejora del sistema inmunológico.
En ese sentido, los científicos propusieron un programa de seguimiento de unas 12 semanas, consistente en análisis de los linfocitos en la sangre a pacientes que habían sufrido recientemente quimioterapia. Durante dicho período observaron que, en los organismos envejecidos, era más reducida la probabilidad de hacer frente a enfermedades y tumores. A raíz de esos resultados, concluyeron que, en supervivientes de la enfermedad, los organismos que se sometieron a un ejercicio físico continuo, tenían menos riesgos de sufrir un cáncer secundario.
El inmunólogico es un gran sistema en el cual influyen varios factores. De todos, el que goza de más importancia de la esperada, es el ejercicio físico. Según el informe, la actividad física mantiene al sistema inmune constantemente "alerta". De este modo, permite un mejor combate en el caso de sufrir algún tipo de patología, sea del tipo que sea. Por otra parte, su práctica detenta efectos anti inflamatorios, además de las ventajas inmunológicas anteriormente comentadas.
Fuente: http://es.blastingnews.com
Noticia: El ejercicio físico excesivo está vinculado a un mayor riesgo de padecer un ataque cardiaco
El ejercicio físico excesivo está relacionado con un incremento de los ataques cardiacos, según un estudio realizado por Paul T. Williams del Laboratorio Nacional Lawrence Bekeley y Paul D. Thompson del Hospital Hartford (ambos en Estados Unidos).
La investigación, publicada en Mayo Clinic Proceedings, analiza la relación entre el ejercicio físico y las muertes por enfermedades cardiacas en una muestra de 2.400 pacientes que superaron un ataque cardiaco. Para el estudio, se utilizaron los datos de los National Walkers' and Runners' Health Studies. Los resultados confirmaron las conclusiones a las que habían llegado anteriormente otros investigadores, afirmando por lo tanto, que una práctica excesiva de la actividad física podría repercutir negativamente en el estado de salud.
El riesgo de muerte por ataque cardiaco fue de un 65 por ciento en pacientes que habían corrido menos de 42,8 km o andado menos de 74.km a la semana. Pero más allá de estos datos, mucho de los beneficios del ejercicio físico se perdieron.
Además, los autores afirman que los beneficios de correr o caminar no se acumulan indefinidamente y que por encima de un cierto nivel, unos 42,8 km a la semana, hay un aumento significativo del riesgo de sufrir una dolencia cardiaca. La realización de carreras competitivas también aumenta las probabilidades de padecer esta patología. Por ello, los autores advierten de que la práctica habitual de un ejercicio físico excesivo no es necesariamente beneficiosa para la salud sino todo lo contrario.
Los resultados de esta investigación coinciden con un estudio realizado en España que intentaba analizar las causas de las muertes que se producían entre las élites atletas, tomando como referente a 42.000 deportistas de diversos deportes, incluyendo entre estos a los que participaban en las Olimpiadas y en el Tour de Francia.
Carl "Chip" Lavie, Barry Franklin y James O'Keefe, autores del libro "Ejercicio para la salud y la longevidad frente al rendimiento máximo", también comparten esta misma teoría, destacando que "una de cada veinte personas tiende a realizar una actividad física exagerada", aunque también advierten de que diez de cada veinte no realiza el mínimo recomendado de actividad física. Por ello, en su libro se pueden encontrar indicaciones sobre las horas, la calidad y cantidad de ejercicio que se debería realizar para no excederse pero a la vez alcanzar el mínimo para tener una buena salud.
Fuente: dmedicina.com
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